Escuelas Baloncesto Albacete

Erica Román y Lucía Sáez, son totalmente dos calros ejemplos de «cantera EBA», dos chicas que empezaron desde bien pequeñas a viestir los colores del EBA y éste ha sido su último año como canteranas. Se despiden con un subcampeonato de CLM, con miles de historias en sus espaldas, sintiendo que algo muy bonito se queda atrás. Hoy se sientan un rato las dos a charlar con nosotros, para contarnos que depara el futuro y recordar todas las vivencias.

EBA: Después de tantos años en el club ¿Cuál es el recuerdo con el que te quedas?

Lucía: Echando la vista atrás son incontables los buenos recuerdos que tengo gracias al club. Desde que empecé a jugar con tan sólo 8 años, he tenido la suerte de vivir experiencias únicas disfrutando del baloncesto. He crecido en el EBA y no puedo elegir un solo recuerdo, cada entrenamiento, partido, campus y torneo son todos buenos recuerdos, los cuales siempre recordaré con una sonrisa.

Erica: Con los buenos momentos, que en este club de baloncesto se que jamás olvidaré. Dentro de unos años, cuando eche la vista atrás, me acordaré de esos entrenamientos trabajando en equipo, mirando a mis compañeras y viendo como poco a poco hemos formado una piña de la que espero no salir nunca. Y como entrenadora, me quedo con un momento que me marcó el año pasado, cuando una niña prebenjamín, en un partido, metió una canasta, la primera jugando contra otro equipo y salió corriendo para el otro lado de la pista, deslizandose por el suelo y celebrandolo con sus padres, simpre me acordaré de todos los abrazos y el cariño que los niños me han dado y la cantidad de cosas que están dispuestos a que les enseñes.

EBA: Dos años seguidos siendo subcampeonas de CLM, eso son grandes cotas ¿Cómo se llega hasta ahí?

Lucía: La verdad es que todas y cada una de las jugadoras del equipo, y Julián como entrenador, hemos mostrado siempre un gran compromiso y nos hemos esforzado siempre por trabajar para conseguir sacar lo mejor de nosotras mismas. A partir de ahí, desde el esfuerzo y el compromiso, es donde comenzamos a trabajar y a crecer como equipo.

Erica: Sonará muy típico pero es la realidad, con esfuerzo, ganas y trabajo en equipo. Todas hemos dedicado una parte de nuestro tiempo a luchar y conseguir llegar a esa fase donde nos lo hemos dejado todo en la pista. No vale rendirse y ponerse un límite, siempre puedes mejorar y mejorar y lograr el objetivo que te has propuesto y más si tienes a un montón de compañeras con el mismo objetivo dispuestas a ayudarte.

EBA: ¿Cuándo empezó el año pensabais que podíais llegar hasta ahí? ¿Ese era el objetivo?

Lucía: Como ya he dicho antes, siempre hemos estado muy concienciadas y hemos tenido  siempre motivación para mejorar. Puede que en cadete comenzáramos ya a vernos como un equipo de los de arriba, con capacidad de competir, plantándole cara a equipos a los que hacía tan solo un año nos resultaba imposible superar una diferencia de 40 puntos. A partir de ahí, fuimos creciendo, el objetivo no era ganar sino competir, mejorar y demostrar de lo que éramos capaces en pista. Hasta llegar a junior. Este año, que realmente nos veíamos luchando en la final4 de CLM, tras la derrota en la final del año pasado, queríamos luchar de verdad por un puesto en el campeonato de España, y trabajamos duro para ello, aunque al final nos volvieramos a quedar a las puertas.

Erica: Sí, por supuesto. Sabíamos el equipo que teníamos y todo lo que podíamos lograr. Mi objetivo principal, dentro de que queríamos llegar a esa fase y ganarla que era el primer objetivo, era convertir este último año con mi entrenador, segunda entrenadora y compañeras en algo inolvidable, quería disfrutar todo, aprender y sentir todos los sentimientos que este deporte conlleva, como la frustración, la empatía, la euforia e incluso la rabia y enfado.

EBA: ¿Qué recuerdo queda de estos dos bonitos años en categoría Junior?

Lucía: Sinceramente, estos dos años han sido los mejores que he vivido dentro del baloncesto. El equipo ha estado más unido que nunca, en las buenas y en las malas, tanto dentro como fuera de la pista, y… ¿qué mejor recuerdo que llevarse de estos dos años que un buen grupo de amigas? Me quedo con ellas.

Erica: La mejora individual y colectiva como técnica y de actitud. Todo el apoyo que hemos recibido, en cada partido. Me alegro de que la gente que se centraba en el baloncesto masculino, yendo una sola vez a alguno de nuestros partidos, se haya enganchado. Ver como el pabellón se llenaba cada vez más ha sido algo increíble.

EBA: ¿Qué mensaje darías a todas las chicas que vienen por detrás para que sigan jugando y disfrutando del baloncesto?

Lucía: Que sigan esforzándose, que con ganas y actitud, la mejora viene sola, y que poco a poco llegarán hasta donde hemos llegado nosotras o más lejos. Porque hace unos años, nadie apostaba por las chicas del EBA, y poco a poco, nos hemos ganado nuestro sitio, a base de trabajo y esfuerzo, y eso debe servirles de ejemplo. Que si les gusta el baloncesto y tienen ganas de mejorar, todo es posible.

Erica: Muchas se ven muy lejos de llegar a nuestro nivel y que no habrá otra generación como la nuestra, pero a esas chicas les digo, que no se rindan, que yo fui una niña como ellas y cometí errores seguro que incluso peores, pero no baje la cabeza y no permitía que ninguna de mis compañeras lo hiciera, si tienes algún problema, si te atascas, hablalo, deja que te ayuden. No saben todo el talento que pueden llegar a tener, que dejen fuera los problemas personales y aprovechen esas horas de entrenamientos y partidos para desconcetar y disfrutar. Y que estaré la primera viendo las finales femeninas que estoy segura que irán llegando en los próximos años.

EBA: ¿Seguirás jugando al baloncesto en el EBA?

Lucía: ¡Por supuesto! Siempre que me dejen, claro. El basket es algo imprescindible para mí, y mientras siga en Albacete, me encantaría seguir jugando en el EBA.

Erica: No lo sé todavía. Estudiaré fuera y seguramente juegue fuera, pero mi corazón sin duda se queda en el EBA.

EBA: También ayudas en la cantera del EBA, ¿Qué equipo estas entrenando?

Lucía: Este año estoy ayudando en la sección femenina, de segunda entrenadora con el infantil y el cadete, echando una mano para que las chicas sigan mejorando.

Erica: Este año entreno a un grupo de preescolar de dominicas, que son increíbles, yo a su edad no era capaz ni de votar un balón.

EBA: ¿Cuándo y dónde nace la idea de ayudar en la cantera del EBA?

Lucía: Siempre me he sentido muy agradecida de haber crecido en este club, y cuando tuve la oportunidad de hacer el curso de entrenadora y poder aportar mi granito de arena a que las generaciones de niños que están empezando a conocer el basket se enamorasen tanto de él como yo, no dudé ni un segundo. El verano pasado tuve la suerte de ir al campus Yeste, y este año estoy encantada ayudando en la sección femenina. Me encanta poder contribuir a que el baloncesto se convierta en algo imprescindible para los niños ayudándoles a mejorar mientras se divierten.

Erica: Desde que empecé a jugar al baloncesto con 6 añitos, quería descubrirlo todo de este deporte y otra manera era siendo entrenadora, enseñando a otros niños mi pasión. Además siempre me han gustado los niños. Otra oportunidad que me ofreció el EBA.

EBA: ¿Qué ha aportado el EBA a tu vida personal? ¿Cuáles son los valores que crees que se transmiten con el baloncesto en el EBA?

Lucía: Supongo que si no hubiera jugado en el EBA, en cierta medida, no sería la persona que soy ahora. He crecido aquí y mis entrenadores me han inculcado valores que considero muy importantes también para la vida fuera del baloncesto, como el sentido de la palabra equipo, la constancia, el esfuerzo, el compromiso con un grupo y sobre todo el respeto.

Erica: Me ha aportado personas, gente esencial como son mis compañeras, entrenadores que han marcado mi trayectoria como jugadora. Los valores en los que destaca el EBA son la deportividad, el compañerismo, el compromiso, el esfuerzo, la confianza, la diversión, la enseñanza y sobre todo el respeto ante todo.

EBA: Para despedirnos… ¿Cuál es el mejor recuerdo que te llevas del EBA?

Lucía: Como ya he dicho, elegir un solo recuerdo es imposible. Me quedo con cada una de las personas que me ha hecho crecer, desde compañeras hasta entrenadores, con los campus en los que tanto he disfrutado, con los partidos igualados que ganamos y también con los que tanto luchamos pero perdimos, porque de esos son de los que aprendes, con los torneos en los que jugamos contra equipos de gran nivel y con la experiencia de haber jugado en el senior de primera nacional.

Erica: El mejor recuerdo fue el año pasado, en concreto el día de mi cumpleaños y el anterior. Ese viernes, tenía partido con los prebenjamines y con mi compañero Ojeda. Al acabar, empezarón todos los niños a cantarme el cumpleaños feliz, me regalaron una camiseta firmada por todos y una tarta de chuches que luego se comieron ellos, pero bueno se lo perdono. El sábado, teníamos partido y al finalizar estaban todas mis compañeras que saltaron a la pista y junte otra camiseta firmada por todas, la camiseta era con la que jugaba ese día y no la encontraba por ningún lado y se la tuve que pedir a mi hermano.Recibí un montón de regalos y lo más especial, fue ver toda la gente, que por un simple deporte, se habían convertido en algo tan importante para mí, que me iban a aceptar y querer como soy.